En Katmandú, capital de Nepal, miles de jóvenes manifestantes protagonizaron una revuelta histórica frente al Parlamento, en rechazo al bloqueo de redes sociales y la corrupción institucional. Lo que comenzó como una protesta contra la censura digital se transformó en un estallido social más amplio, dirigido contra los privilegios de la clase política y el nepotismo que domina el sistema.
La represión fue brutal: gases lacrimógenos, balas de goma y fuego real dejaron al menos 19 muertos y más de 100 heridos. La presión ciudadana provocó la dimisión del ministro del Interior y, poco después, la renuncia del primer ministro K.P. Sharma Oli, en un intento por contener la indignación nacional.
FUENTE.Ozono Televisión